El sindicato apunta que los empleos en las pequeñas tiendas es de más calidad que en grandes superficies
La federación de comercio de UGT en L'Alacantí ha expresado su "gran preocupación ante la posible implantación del centro comercial de Ikea" en los terrenos del plan de Rabasa y ha advertido de que "posiblemente destruya más puestos de trabajo" de los que pueda generar.
Como se recordará, el Ayuntamiento está negociando con Ikea la construcción de una tienda de esta multinacional del mueble, que iría acompañada por un centro comercial, hipermercado, medianas superficies y un aparcamiento.
El secretario general de la citada federación, Eduardo Vacas González, manifestó ayer a través de un comunicado su "total desacuerdo "en cuanto al mal ordenamiento comercial" por parte del Ayuntamiento en el municipio, pues considera que se están "autorizando licencias sin hacer un estudio en profundidad de los centros comerciales que necesita la ciudad". Para ello, apunta que sería necesario tener en cuenta factores como la cantidad de población o las distancias que deben mantener unas grandes superficies con otras. UGT opina que no haber tenido en cuenta estos datos es lo que "nos ha llevado en los últimos años al cierre de numerosos comercios de gran importancia nacional", provocando así mismo una elevada cifra de "expedientes de extinción de puestos de trabajo".
El responsable sindical cita como ejemplos los centros comerciales de Gran Vía, Vistahermosa y San Vicente "donde se ha producido un gran número de locales cerrados por el abandono en la explotación de ciertas empresas por falta de afluencia de público".
El sindicato expresa su apuesta "por el empleo estable, con jornadas completas y con derechos retributivos y sociales regulados por convenio". Este tipo de puestos de trabajo, agrega, se registra principalmente "en las pequeñas y medianas empresas, lejos de lo que viene ocurriendo ne las grandes superficies" pues asegura que las grandes cadenas comerciales "recurren más a la temporalidad y a los tiempos parciales, todo ello permitido por un convenio de grandes almacenes firmado por sindicatos corporativistas".
Posturas encontradas
Como se recordará, también la asamblea del Colectivo de Comerciantes por Alicante celebrada en octubre acordó rechazar el proyecto de Ikea para el Plan Rabasa precisamente porque teme el impacto que pueda causar el centro comercial en las tiendas tradicionales de Alicante.
En cambio, las asociaciones de vecinos que la alcaldesa invitó a otra reunión apoyaron mayoritariamente el proyecto de la gran cadena del mueble.
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