La compañía sueca cuyos muebles y objetos de decoración llenan
hogares en todo el mundo, Ikea, se ha embarcado en el negocio
inmobiliario con la construcción de un barrio en Londres. Un proyecto al
que podrían seguir otros en varias ciudades de Europa Occidental,
aunque todavía no ha concretado ninguno de ellos.
La república inmobiliaria de Ikea ha echado a andar al este de la capital británica, donde ha puesto en marcha el desarrollo de un barrio de nueva creación, cerca de donde se ha ubicado el Parque Olímpico. A través de su filial inmobiliaria LandProp, Ikea edificará Strand East, un proyecto que contará con 1.200 viviendas y 58.000 metros cuadrados de oficinas y locales comerciales.
La intención de la empresa con esta iniciativa no es amueblar y decorar casas y despachos. Hace unos meses, Harald Müller, directivo de LandProp, explicaba en el diario canadiense The Globe & Mail que la empresa pretende crear barrios impregnados de la filosofía de Ikea, es decir, ofrecer calidad a unos precios muy ajustados.
Según el rotativo, la compañía quiere que las 11 hectáreas del antiguo polígono industrial de East London que adquirió en 2009 se conviertan en una zona que reproduzca el diseño urbano escandinavo en el mundo anglosajón.
La compañía persigue así garantizarse una inversión a largo plazo, tal y como aseguró Andrew Cobden, director del proyecto londinense, al The Globe & Mail.
Es decir, Ikea será la propietaria de los inmuebles -la casera que los alquilará- pero no pretende venderlos, intentando trasladar así el modo de vida escandinavo a Europa Occidental. Al mismo tiempo, Londres consigue recuperar un área de marcado pasado industrial.
El fabricante de muebles actuará en el futuro barrio como una especie de gobierno municipal en la sombra, ya que intentará mantener un cierto control sobre él y garantizar que el entorno se mantiene limpio y cuidado hasta el más mínimo detalle, al estilo de sus tiendas.
Este barrio londinense podría ser solo el primero de muchos otros. Fuentes de Ikea en Estocolmo aseguraron a CincoDías que, por el momento, no hay más negocios cerrados a parte del de Strand East pero que no descartan estudiar la posibilidad de establecer su negocio en otras ciudades europeas.
Las mismas fuentes negaron que fuera inminente la construcción de un barrio en Hamburgo, tal y como publicó ayer un diario de la ciudad, pero no descartaron que se valore la localidad alemana. Sí que queda fuera de los planes de Ikea, al menos por ahora, la llegada de un proyecto inmobiliario a España.
A parte de los muebles y el mercado inmobiliario, Ikea planea también embarcarse en la construcción de una cadena de hoteles de bajo coste, tal y como aseguró el responsable de LandProp recientemente en una entrevista al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Según Harald Müller, se estaría estudiando esta posibilidad, para llevarla a cabo a partir de 2013, con 1.000 millones de inversión para abrir unos 100 hoteles en Europa. La futura cadena hotelera, que en principio no llevará el nombre de Ikea, se colocará en el segmento del bajo coste pero con los estándares de calidad y diseño del grupo sueco.
La república inmobiliaria de Ikea ha echado a andar al este de la capital británica, donde ha puesto en marcha el desarrollo de un barrio de nueva creación, cerca de donde se ha ubicado el Parque Olímpico. A través de su filial inmobiliaria LandProp, Ikea edificará Strand East, un proyecto que contará con 1.200 viviendas y 58.000 metros cuadrados de oficinas y locales comerciales.
La intención de la empresa con esta iniciativa no es amueblar y decorar casas y despachos. Hace unos meses, Harald Müller, directivo de LandProp, explicaba en el diario canadiense The Globe & Mail que la empresa pretende crear barrios impregnados de la filosofía de Ikea, es decir, ofrecer calidad a unos precios muy ajustados.
Según el rotativo, la compañía quiere que las 11 hectáreas del antiguo polígono industrial de East London que adquirió en 2009 se conviertan en una zona que reproduzca el diseño urbano escandinavo en el mundo anglosajón.
La compañía persigue así garantizarse una inversión a largo plazo, tal y como aseguró Andrew Cobden, director del proyecto londinense, al The Globe & Mail.
Es decir, Ikea será la propietaria de los inmuebles -la casera que los alquilará- pero no pretende venderlos, intentando trasladar así el modo de vida escandinavo a Europa Occidental. Al mismo tiempo, Londres consigue recuperar un área de marcado pasado industrial.
El fabricante de muebles actuará en el futuro barrio como una especie de gobierno municipal en la sombra, ya que intentará mantener un cierto control sobre él y garantizar que el entorno se mantiene limpio y cuidado hasta el más mínimo detalle, al estilo de sus tiendas.
Este barrio londinense podría ser solo el primero de muchos otros. Fuentes de Ikea en Estocolmo aseguraron a CincoDías que, por el momento, no hay más negocios cerrados a parte del de Strand East pero que no descartan estudiar la posibilidad de establecer su negocio en otras ciudades europeas.
Las mismas fuentes negaron que fuera inminente la construcción de un barrio en Hamburgo, tal y como publicó ayer un diario de la ciudad, pero no descartaron que se valore la localidad alemana. Sí que queda fuera de los planes de Ikea, al menos por ahora, la llegada de un proyecto inmobiliario a España.
A parte de los muebles y el mercado inmobiliario, Ikea planea también embarcarse en la construcción de una cadena de hoteles de bajo coste, tal y como aseguró el responsable de LandProp recientemente en una entrevista al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Según Harald Müller, se estaría estudiando esta posibilidad, para llevarla a cabo a partir de 2013, con 1.000 millones de inversión para abrir unos 100 hoteles en Europa. La futura cadena hotelera, que en principio no llevará el nombre de Ikea, se colocará en el segmento del bajo coste pero con los estándares de calidad y diseño del grupo sueco.
El negocio ibérico de la multinacional sueca
Ikea engloba en una sola división sus negocios en España y Portugal. En total, suma 16 grandes superficies, tres de ellas en el país vecino. Su premisa: tener tiendas en la mayoría de las grandes ciudades de la península Ibérica y que sus potenciales clientes estén a menos de una hora de sus establecimientos. Pero su negocio ibérico tiene dos ejes fundamentales: Madrid y Cataluña. Los cinco establecimientos que suma en estas dos comunidades concentran más de un tercio de sus ingresos. El pasado año, la multinacional sueca facturó en la Península más de 1.579 millones de euros, ligeramente por encima de los 1.562 millones que logró un año antes. Pese a que la crisis no ha dañado su facturación, sí ha perjudicado a una plantilla que en 2011 se recortó un 12,5%. En total, tiene en nómina a 7.459 personas, de los que 161 eran personal de la alta dirección, según figura en su última memoria.Vía: Cinco Días .
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