El gigante sueco Ikea va a proporcionar a ACNUR la mayor donación de su historia consistente en 43 millones de euros proporcionados escalonadamente en tres años para luchar contra la hambruna que está produciendo en el cuerno de África.
Concretamente la ayuda sería para cubrir las necesidades del campo de Dabaad, en Kenia donde existen actualmente 440.000 somalíes, de lo cuales 152.000 han llegado a refugiarse en las últimas semanas como consecuencia de la terrible hambruna que está asolando esta parte del continente africano.
Se trata de la mayor donación privada que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados ha recibido en los 60 años que lleva existiendo desde su nacimiento, además de ser la primera vez que se produce una ayuda directa a un campo de refugiados concreto por parte de una organización privada.
Sin embargo, no es la primera vez que importantes empresas tratan de mostrar su solidaridad ante la desgracia ajena repartiendo unos cuantos millones de euros. El tsunami de Japón propició que algunas de ellas donasen grandes sumas destinadas a reconstruir parte de las poblaciones afectadas y ante la amenaza que la central nuclear suponía y supone todavía.
Gigantes como Coca-Cola, Procter & Gamble, Sony, Mc Donal’s o Starbucks quisieron mostrar su apoyo a los japoneses. La primera aportó unos 7 millones; la segunda 1,2 millones tanto en metálico como en productos; la tercera, aportará 3,6 millones, además de 30.000 radios de la firma nipona. Mc Donal’s donó 2 millones y Starbucks decidió canalizar su ayuda a través de la Cruz Roja.
Lo mismo sucedió un año antes cuando tuvo lugar la tragedia de Haití. El terremoto dejó a miles de personas sin casa y sin familia; y las empresas decidieron solidarizarse con donaciones a través de Cruz Roja, que incluso lanzó una iniciativa de ayuda privada mediante la cual con un simple mensaje de texto cualquier ciudadano del mundo podía ayudar a la reconstrucción y al envío de víveres para los supervivientes. Acerlormittal, BBVA, Banco Santander, Endesa o Inditex son sólo algunos ejemplos españoles. Internacionales, por ejemplo lo hicieron Kraft Foods o el gigante americano de grandes superficies WalMart.
El terremoto que sacudió Lorca, en Murcia, también mostró el lado más amable de las compañías españolas. Seur, El Corte Inglés, Sacyr, Telefónica o MRW son algunas. En este caso, además de las ayudas económicas, la población recibió una importante cantidad de alimentos y de productos útiles para las familias. La reconstrucción fue otro punto muy relevante dentro de las donaciones.
Lo que está claro es que estas donaciones entran dentro de la función social que tiene toda empresa y que tanto está de moda hoy en día; pero quizás habría que incentivar todavía más las ayudas y no dirigirlas mayoritariamente a los sucesos puntuales que ocurren en el mundo. La gente se muere de hambre todos los días sin tsunamis ni terremotos de por medio; por eso son tan importantes las iniciativas como las de Ikea. Ojalá hubiera más.
Fuente: http://www.dirigentesdigital.com/
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