Ikea se mosquea

• La empresa quería abrir en Sant Cugat y Sabadell, pero ha tenido que descartar la primera
• «Si no nos dan la licencia pronto, habrá que renunciar a inversiones en Catalunya», advierte la firma


JOSEP M. BERENGUERASBARCELONA
Ikea anunció hace 10 días que abandonaba la construcción de un establecimiento en Sant Cugat del Vallès (Vallès Occidental) debido al «retraso en el proceso de desarrollo del proyecto, ajeno a la compañía». Varias preguntas quedan abiertas. ¿Cuáles son las razones que han llevado a la multinacional sueca a renunciar a este proyecto, iniciado en el 2002, y a volver a empezar casi de cero, a apenas 15 kilómetros al noreste de Sant Cugat, en Sabadell? ¿Es solo un problema de licencia? ¿Cómo será el futuro centro de la capital vallesana? Ikea responde.

«La razón que nos ha obligado a tomar la decisión de renunciar al centro de Sant Cugat es que ha pasado mucho tiempo desde que iniciamos el proyecto. Más que un problema de licencia se trata de un problema de desarrollo urbanístico. Empezamos en el 2002, se tardó en modificar el plan parcial, también en convencer al ayuntamiento de la inversión, después se han ido añadiendo pequeñas pegas... Al final, la inversión a realizar era mayor de la que se pensaba, la licencia ha tardado siete años en llegar y, a día de hoy, las obras de urbanización del terreno no han ni comenzado», explica el director del área inmobiliaria de Ikea Ibérica, Sylvain Laval. «Para un proyecto como el nuestro, eso es mucho tiempo y el centro ya se nos queda pequeño. Es mejor renunciar a este y empezar de nuevo», añade.

Cada año que pasaba, Ikea se iba dando cuenta de que el proyecto perdía enteros. Las necesidades de los clientes y del mercado habían cambiado: más demanda de espacio, productos, servicios, confort...: «Si hace entre seis y nueve meses la urbanización hubiese empezado, habría centro en Sant Cugat. Pero no podíamos esperar más». Los planes de Ikea a medio plazo son tener cinco tiendas en la provincia de Barcelona. Hace seis meses, al ver la lentitud del proyecto, empezaron a buscar alternativas, y se decidieron por Sabadell, con quien «desde el primer momento» han tenido muy buena relación y facilidades para instalarse. «Nuestra idea inicial era hacer ambos establecimientos, Sant Cugat y Sabadell, que se complementarían. Pero el de Sant Cugat iba tan lento que no podíamos esperar más, señala. Hasta dudaban de si podrían abrir en el 2012.«Renunciar a la licencia no ha sido una decisión fácil», dice. La Generalitat es quien concede las licencias comerciales para grandes establecimientos como los de Ikea, pero Laval advierte: «No nos vamos a esperar la licencia otros siete años». «La idea es abrir en Sabadell en el 2012. Si no nos dan la licencia pronto, habrá que renunciar a nuevas inversiones en Catalunya», avisa.

En Sabadell todo han sido facilidades. La toma de contacto ha sido rápida y eficaz, los síes se imponen sin peros, y los contratos vuelan. Mantiene contacto permanente con los ayuntamientos de Sabadell y Badia, que quieren que Ikea se instale allí desde el primer momento, trabajan con la ATM para nuevas líneas de autobuses... Incluso estudian, junto a FGC, ubicar una nueva parada de tren al otro lado de la C-58.

«El de Sabadell será el segundo centro más grande de Europa, con 40.000 metros cuadrados. Habrá 9.000 artículos, 2.000 más que en Badalona o L’Hospitalet; el doble de espacio para el restaurante, la zona infantil y la tienda sueca; un párking para 2.200 vehículos... Los pasillos serán más anchos, será más cómodo comprar», asegura Laval. La empresa espera atraer a tres millones de visitantes al año y aligerar las visitas a los centros de Badaolna y L’Hospitalet. Y sigue con sus planes de abrir en Girona y Tarragona.

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