I. JIMENO VALLADOLID
El futuro del proyecto de Ikea para instalarse en la localidad vallisoletana de Arroyo de la Encomienda tendrá que esperar «un poquito», al menos hasta finales de agosto, salvo que la multinacional sueca presente alguna otra iniciativa. Así lo manifestó ayer el consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, quien explicó que en estos momentos se está tramitando desde el punto de vista administrativo un documento presentado por la firma del mueble y la decoración, al que la Junta de Castilla y León también tendrá que contestar.
El también vicepresidente segundo del Gobierno regional reiteró que «Ikea me ha manifestadeo su voluntad de invertir» en Castilla y León y «confío en que se desarrolle» el proyecto presentado.
Esa ejecución deberá llevarse a cabo en dos fases, según ha propuesto la Junta para salvar las trabas legales que impiden la aprobación total en este momento debido a que no existe suelo comercial suficiente disponible en la zona básica de Valladolid de acuerdo a la Ley de Equipamientos Comerciales de Castilla y León. Una restriccción que quedará suprimida cuando el texto se acople a la nueva normativa, «absolutamente liberal» en cuanto la instalación de equipamientos comerciales, que elabora el Gobierno central para adaptarla a la Directiva Europea. Entonces la extensión no será un problema y los otros tres condicionantes que impone la norma -medioambientales, de ordenación del territorio y de protección del patrimonio- «Ikea los ha superado», destacó el consejero.
La propuesta de la Junta, que finalmente sí parece haber aceptado Ikea, consiste en que comience a ejecutar el proyecto de su tienda y resto de espacios comerciales por los 18.000 metros cuadrados que actualmente se le pueden conceder y, a final de año, con la nueva ley, pueda completar el resto, hasta los más 62.000 que requiere.
«El proyecto sigue abierto y con interés de Ikea en invertir en Castilla y León», subrayó Villanueva.
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