Pese a que a finales de julio la Junta confiaba en que Ikea decidiera instalar en dos fases su proyecto en Valladolid, la firma sueca confirmó el pasado viernes que no tomará una decisión al menos hasta noviembre. La fecha propuesta no está elegida al azar y corresponde al mes en el que el Gobierno regional se ha comprometido a adaptar la Directiva Europea de Servicios, que libera los metros cuadrados disponibles y posibilita a Ikea llevar adelante su proyecto al completo, que no podía aprobarse ahora porque la ley no lo permitía.
Ikea, de momento, no se ha fiado del Ejecutivo Autonómico después de que éste, en sucesivas reuniones, se comprometiera verbalmente a agilizar al máximo la transposición de la norma y solicitara a la empresa que aceptara iniciar su desembarco en la Comunidad con el desarrollo de la tienda, autorizada en junio para su construcción en Arroyo de la Encomienda, garantizándole que en unos meses podría acometer el resto de las instalaciones sin ninguna traba. Nada de esto será una realidad porque Ikea prefiere esperar a que la Junta cumpla sus deberes sin darle un voto de confianza, aunque hace apenas un mes parecía haber variado un tanto su postura y se mostraba cercana a seguir las recomendaciones de la Junta. En los encuentros celebrados durante las últimas semanas, la Junta había «aclarado todas las dudas» que tenía la firma sueca, pero no ha sido suficiente, sobre todo porque Ikea reclamaba garantías por escrito -que el Gobierno regional no podía entregar legalmente- de que la adaptación a la directiva se iba a llevar a cabo con esa celeridad
Tanto la viceconsejera de Empleo, Begoña Hernández, como la propia empresa coincidían ayer en que Ikea mantiene interés en instalarse en la Comunidad, pese a que ha abandonado dos proyectos en España recientemente. Las palabras de la propia Hernández respecto a que la empresa tenía que estudiar «la viabilidad» de sus inversiones antes de tomar una decisión podrían ir en ese sentido.
fuente. abc.es
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