Ikea da de plazo a la Junta hasta noviembre para que garantice la totalidad de metros que solicita

Begoña Hernández afirma que la multinacional sueca mantiene su intención de establecerse en Castilla y León

Ikea ha dado de plazo a la Junta de Castilla y León hasta noviembre para que dé garantías de que se va a conceder el proyecto total, es decir, que contará con el conjunto de la superficie que demandó desde un principio, según informaron ayer a EL NORTE fuentes de la multinacional por la tarde, tras las declaraciones que la viceconsejera de Economía, Begoña Hernández, realizó durante la inauguración de la Feria de Muestras. Hernández anunció que a última hora del viernes la Junta había recibido «la respuesta que estábamos esperando de la compañía, una respuesta en la que se manifiesta la voluntad de continuación de la inversión aquí en Castilla y León y en la que se plantea, dada la complejidad del proceso y del momento, un tiempo para valorar ese nuevo proyecto». La viceconsejera añadió que se calcula un plazo de tres meses para valorar y ajustar los planos.
Guerra de superficie
El Ejecutivo autonómico ofrecía, en un primer momento, a la marca sueca un espacio de 18.925 metros cuadrados para que pudiera empezar a desarrollar su proyecto y, posteriormente, autorizar la construcción del resto de la superficie solicitada por la multinacional para el complejo de tiendas y medianas superficies que acompañarán al establecimiento de muebles, lo que supondrían 43.133 metros cuadrados más.
La empresa sueca considera que es inviable la consecución del proyecto si no se realiza tal y como se planteó en un principio. Ante la superfície disponible de 78.853 metros cuadrados entre la capital y su entorno, la Consejería de Economía concedió autorización a Viapark en Arroyo (18.164 metros cuadrados), Geinsol en Los Santos Pilarica (28.381 metros cuadrados), Lupa en Tudela (999) y Mercadona en Laguna, con 1.497. Si se suman estas superficies más las cinco aprobadas el pasado mes de mayo alcanzan un total de 59.927 metros. La Junta confiaba en que Ikea, la última empresa de las cinco en iniciar los trámites, iba a aceptar los 18.925 metros cuadrados restantes para comenzar la construcción de su tienda de muebles y parte del complejo comercial. Ikea advirtió desde un principio que la tienda de muebles por sí misma no le era rentable. El gancho de su nombre es potente, pero no lo suficiente. La otra caja registradora de la multinacional sueca se basa en el alquiler de los espacios que se amparan junto a su marca. En el caso del complejo proyectado en Arroyo se prevén 111 tiendas, entre ellas nueve medianas superficies de bricolaje, hogar, deportes, electrodomésticos o informática.
El hecho de que la multinacional sueca no contara con licencia en firme ha provocado que algunos operadores que iban a acompañar a la marca, como Decathlon o Media Markt, eligieran otras ubicaciones en el entorno de Valladolid. Como la propuesta informal para levantar su centro en dos fases, creaba cierta inseguridad en la empresa de muebles, por lo que, con el fin de conseguir llegar a un acuerdo de una vez por todas, pone este período de reflexión a la Junta para que les ofrezca garantías, antes de noviembre de que podrán contar con los 62. 058 metros cuadrados solicitados

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