La propuesta del Gobierno, aunque no evita la suspensión de pagos del fabricante, facilita una salida rápida. -La UE convoca una reunión sobre Opel
El Tesoro de Estados Unidos ha lanzado una nueva oferta más favorable a los acreedores de General Motors, que podrían aceptar la propuesta a pesar de que, si bien no evita la suspensión de pagos del gigante de Detroit, si facilitará una salida rápida a la misma a partir de la creación de una nueva empresa, según informa Sandro Pozzi. El anuncio ha hecho dispararse las acciones de GM, que han llegado a subir un 170% tras caer este miércoles un 20%, con lo que han pasado de los 1,15 dólares por títulos a superar este jueves los tres dólares. Un repunte que ha obligado a la autoridad bursátil a suspender su cotización durante unos minutos.Ahora, para intentar superar las reticencias de este colectivo ante el hecho de que los trabajadores, agrupados bajo el sindicato United Auto Workers (UAW), lograban con la propuesta inicial más participación en el accionariado que ellos; la nueva oferta incluye la opción de ampliar la cuota de los acreedores hasta el 15% del capital total de la compañía. A cambio, los acreedores deberán apoyar la venta de activos de GM a una nueva empresa que se formaría bajo protección judicial. El plazo límite para que el resto de acreedores se pronuncie acaba el sábado a las las 17.00 (23.00, hora peninsular española). Sin embargo, el diario New York Times , asegura que el porcentaje que ha aceptado ya se eleva al 35%.
Tras la suspensión de la cotización de las acciones de General Motors, la empresa ha emitido un comunicado en el que señala que la propuesta del Departamento del Tesoro proporciona incentivos a los tenedores de bonos no asegurados para que apoyen los esfuerzos de reestructuración de GM". "La puesta en marcha de esta propuesta resultará en una nueva GM, con una hoja de resultados saludable, lo que pondrá a la nueva compañía en un claro camino hacia la viabilidad a largo plazo y el éxito", ha añadido.
Posibilidad de llegar al 25%
El capital social de la empresa resultante tras la suspensión de pagos, que durará entre 60 y 90 días, quedaría repartido inicialmente entre el Departamento del Tesoro, con un 72,5%; el sindicato United Auto Workers (UAW), con un 17,5% y los acreedores, con un 10%. No obstante, la nueva propuesta establece que, a medida que aumente el valor de General Motors, este último colectivo podría llegar al 25% si se alcanzan los 30.000 millones de dólares, mientras limita la posibilidad de que la central sindical haga lo propio cuando su capitalización supere los 75.000 millones de dólares. De darse este caso, la participación del Estado bajaría al 55% de la nueva empresa, añade The New York Times.
En cuanto a las inyecciones recibidas por GM, que según los analistas no podrá esquivar pese a todo acogerse el lunes al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, el Gobierno ha movilizado 19.400 millones hasta la fecha para cubrir costes y pagar a los distribuidores, a los que se sumarán 7.600 millones en junio.
Mientras tanto, en Europa, donde General Motors ha optado por librar a Opel de su deuda para facilitar su venta, la Comisión Europea ha convocado para este viernes un encuentro de ministros de Economía o Industria de la UE, en Bruselas, a fin de analizar la situación del fabricante alemán y discutir las distintas opciones para asegurar su supervivencia. Según ha confirmado a los medios el portavoz comunitario de Industria, Ton Van Lierop, el objetivo del encuentro es "intercambiar información" con el objetivo de asegurar igualdad de condiciones y "coordinar" las posiciones de todos los afectados.
Fracaso de las negociaciones
La reunión es el resultado de la petición de los países europeos en los que hay factorías de Opel, entre ellos España, que no quieren que el futuro de la compañía se decida de manera bilateral entre EE UU y Alemania. El primer ministro belga ha sido el impulsor de la reunión al enviar una carta al presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, solicitándole la convocatoria del encuentro. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ya ha confirmado su asistencia. La UE ya organizó una reunión similar el mes pasado, cuando Opel aún pertenecía a General Motors.
Antes, de madrugada y horas después de que Opel se separase de la hasta entonces matriz, General Motors, sumida en sus propios problemas que la llevan camino de la quiebra, el fabricante alemán se encuentra con sus propias dificultades para aclarar su futuro. A la reunión, que comenzó a las 18.00 GMT de ayer y terminó a las 02.30 GMT de este jueves, (dos horas más en España), asistieron junto a la canciller, Angela Merkel, varios de sus ministros y representantes de los Länder con plantas de Opel, los directivos de los inversores potenciales, de GM Europa y un funcionario del departamento del Tesoro de EEUU.
El ministro alemán de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg, ha responsabilizado este jueves a EEUU de la falta de acuerdo para la solución propuesta por el Gobierno de Berlín, tras la maratoniana reunión mantenida en la Cancillería en busca de una solución para la filial europea de General Motors (GM).
Por parte de EEUU se presentaron "sorprendentemente nuevas cifras", que obligarían al Estado alemán a cubrir unos 300 millones de euros más -adicionales a los 1.500 millones de euros previstos-, ha indicado Guttenberg este jueves en unas declaraciones a la televisión pública alemana. Esto supone "una nueva situación" que obliga a replantearse la solución fiduciaria favorecida por Berlín, por lo que se decidió suspender las negociaciones y convocar una nueva reunión para el viernes, ha explicado el ministro. "No tenemos las suficientes garantías para la financiación de un periodo de transición", ha manifestado Guttenberg.
Tres opciones, tres ofertas
Hasta esa reunión, Berlín mantenía abiertas las opciones de los tres principales inversores potenciales, el grupo italiano Fiat, el austriaco canadiense Magna y el estadounidense Rippelwood. Magna, cuyo plan partía como favorito, ha mejorado su oferta, lo mismo que hizo en días pasados Fiat, mientras que Rippelwood ha quedado descartado, según fuentes gubernamentales alemanas. La última palabra la tiene EEUU, aunque Berlín desempeña un papel determinante en la búsqueda de una solución para Opel, en tanto que principal avalista de los créditos que precisará la filial europea de GM para esa transición.
La reunión en la Cancillería comenzó horas después del anuncio de que la matriz accedía a separarse totalmente de Opel, condición previa impuesta por Berlín, lo que dejaba el camino libre a un comprador. Opel tiene fábricas en Alemania, Suecia, España, Reino Unido, Polonia y Bélgica, con un total de 52.000 empleados, de los cuales 25.000 corresponden a las plantas germanas.
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